Las políticas de infancia orientadas al fomento de experiencias táctiles buscan garantizar que los niños pequeños tengan acceso a actividades sensoriales que promuevan su desarrollo integral a través de la exploración de texturas. Estas políticas deben reconocer el tacto como una herramienta fundamental para el aprendizaje en los primeros años, permitiendo que los niños descubran y exploren diferentes materiales y texturas en un entorno seguro, inclusivo y enriquecedor.

Es crucial que las políticas impulsen la creación de espacios accesibles para todos los niños, sin importar sus habilidades o antecedentes, donde puedan interactuar libremente con el entorno, favoreciendo su desarrollo cognitivo, emocional y social a través del contacto con distintos objetos y superficies. De igual manera, es importante que estas políticas promuevan la capacitación continua de los educadores, equipándolos con estrategias pedagógicas adecuadas para facilitar el aprendizaje sensorial y respetar el ritmo de desarrollo de cada niño.